¡Ay, las fechas señaladas. Cómo nos gustan las conmemoraciones! Aparte de procurarnos un día festivo, que siempre viene bien, nos hacen sentirnos parte de un colectivo. El 28 de Febrero, Día de Andalucía, celebramos el día en el que la gente de Andalucía, allá por el 1980, votó para conseguir un Estatuto de autonomía que nos equiparara a otras comunidades autónomas. Bueno, al menos en la teoría. Es cierto que desde entonces han cambiado mucho las cosas y hemos avanzado en autogobierno y en un estado descentralizado que, aún dejando mucho que desear por la forma en que se ha desarrollado, ha supuesto muchos avances en la forma de gestionar lo público. Los fallos y pegas que tiene, como todo, no pueden usarse para pedir que se desmantele el sistema sino, al contrario, para exigir su profundización y perfeccionamiento. No es mi intención entrar a valorar si debemos avanzar hacia un modelo federal o si la organización administrativa del estado necesita darle una pensada mucho má