Llegados a este punto, a ésta, que junto a tantas otras, gota que ha colmado el rebosante vaso de indignación de la ciudadanía de la provincia de Jaén, ¿qué otra cosa podíamos hacer que no fuera echarnos a la calle? Es verdad y fácilmente demostrable el ninguneo y la dejadez de las distintas administraciones, de ahora y de antes, para con la provincia. Y es igualmente verdad el derecho y la obligación que como ciudadanía participativa y exigente tenemos de recordar a quienes toman las decisiones que tienen una obligación con nosotros y nuestra tierra. Con todos los medios a nuestro alcance. Pero, ¿nos planteamos alguna vez si nosotros mismos, en nuestro día a día, hacemos también todo lo posible para favorecer a nuestra provincia? Desarrollo esta cuestión en el artículo que publico en LaContraDeJaén y que puedes leer aquí .