La presentación de los Presupuestos debe ser para cualquier administración como trabajar para tu propio padre, y lo digo por experiencia: lo que hagas nunca estará totalmente a su gusto.
Nada más presentarlos sabes que todo el mundo va a estar en contra, excepto “los tuyos”. Y a veces hasta esos.
Esto es lo que le ha pasado al Gobierno de la Junta de Andalucía, presidido por Juan Manuel Moreno, del PP, y apoyado por Ciudadanos, en el propio gobierno, y VOX, en la sombra pero a plena luz.
El caso es que debe ser lo normal y por lo tanto no llama la atención, ni siquiera que parezca que entre tanta hoja y tanto dato no haya nada bien, a juzgar por las reacciones. ¡Hombre, digo yo que algo habrá con lo que estar de acuerdo! Pero parece que por reconocer algo así se nos van a caer los anillos, como decimos por mi tierra.
De entre todas las reacciones que he podido ir leyendo, y que conste que éste es solo uno de los muchos ejemplos que se podrían coger, me ha llamado la atención especialmente el de Comisiones Obreras. Se puede leer un resumen en este artículo https://www.ahoranoticiasandalucia.es/nuria-lopez-la-junta-de-andalucia-ha-roto-su-compromiso-de-salir-juntos-de-la-crisis-necesitamos-un-plan-de-choque-y-sigue-sin-escuchar/
Estoy bastante de acuerdo en lo que se pide desde el sindicato, pero me ha llamado la atención esta frase: “proteger a los trabajadores y a las empresas con el objetivo de que ellas protejan el empleo y, en consecuencia, a las familias”
Se trata de poner el empleo, o trabajo remunerado, en el centro de todas las iniciativas. Garantizar el empleo es el objetivo número uno, para proteger a las familias y a las personas trabajadoras. ¿De verdad es esa la prioridad número uno? ¿No debería ser garantizar las condiciones de vida mínimas dignas para todas las personas? ¿Quizá garantizar un mínimo en los suministros básicos y una renta básica que permita al menos vivir dignamente sin estar sometido a los vaivenes caprichosos del mercado?
Digo esto porque poner el empleo en el centro, alrededor del cual orbita toda la actividad y que actúa como garantía de acceso a ciertos servicios, no hace sino dar todo el poder a los empleadores. Estos saben que la dependencia de un buen empleo y un sueldo a final de mes va a lograr que para acceder a ello las personas sean capaces de “tragar” con muchas cosas: condiciones laborales infames y peligrosas, horarios de auténtica explotación, renuncia a su tiempo familiar o de ocio, renuncia a poder participar en la vida de la sociedad a la que pertenecemos…
Todo ello por no hablar de la conciliación o del reparto de tareas domésticas y de los cuidados algo que no deja de ser un horizonte lejano y que permanecerá ahí mientras no podamos arbitrar la forma de poder elegir vivir de otra manera, en la que el trabajo remunerado sea una opción, pero no la única opción.
No pretendo, no se me pasaría por la cabeza, enmendar la plana a nadie, y menos a un sindicato de sólida y larga trayectoria en la defensa de las personas trabajadoras, pero creo que quizá ya no toca seguir defendiendo el pleno empleo como medida estrella, algo que además se ha mostrado imposible y que con las nuevas tecnologías y los avances de la técnica se antoja cada vez más inalcanzable. Quizá ahora toca mirar hacia un mundo en el que las condiciones de vida mínimas dignas estén garantizadas desde el momento en que nacemos y sea decisión de cada persona, en función de sus habilidades, inquietudes o posibilidades, incluirse en un mercado laboral que, dicho sea de paso, cambiaría totalmente su estructura al no poder mantener los resortes de explotación y poder que actualmente tiene.
No se trata, que ya sé que alguien lo estará pensando, de darle dinero a la gente por no trabajar. Se trata de darle a la gente la libertad de elegir si quiere o no hacerlo y en qué quiere invertir su tiempo.
Y ahí es donde radica la importancia de esta propuesta. Porque, que no te engañen, ya sabemos que es factible, que es viable, e incluso que es conveniente (y así lo reconocen incluso foros tan poco sospechosos de tener carácter revolucionario como el propio Foro de Davos, Sancta Sanctorum del capitalismo mundial) La verdadera traba que hace que esto no sea posible ya es que no hay nada más peligroso para el Poder que el hecho de que seamos libres. Porque la libertad nos vuelve respondones, y nos necesitan sumisos. El acceso a una renta básica va a llegar, la pregunta es si lo va a hacer en términos de limosna del sistema o de renta condicionada a que demuestres tu condición de pobre, o lo va a hacer como un derecho que todas las personas tenemos: el derecho a una vida digna.
Este tema es tremendamente complejo por su carácter
revolucionario y tiene numerosas ramificaciones
y aspectos (de empleo, de
consumo, de género, ecológicos, de producción, sociales…) Recomiendo este artículo de Abraham Velázquez para hacerse una idea amplia de lo que es la Renta Básica Nada volvería a ser
como antes tras la implantación de una Renta Básica Universal, y por eso es
imposible abarcar todos los aspectos relacionados en un solo artículo. Ni siquiera
en un libro entero. Pero es importante empezar a comprender esta necesidad y
que se introduzca en el imaginario colectivo de esta sociedad, cada vez más
precaria y desestructurada, que necesita un giro radical si no queremos que
derive en algo mucho peor.
Ahora mismo hay en marcha una Iniciativa Ciudadana Europea por una Renta Básica Universal que necesita recoger firmas por toda la U.E. y a la que te dejo el enlace por si te animas a firmar. https://es.eci-ubi.eu/
Seguiremos hablando sobre esto, porque la realidad es tozuda y nos muestra que el camino que nos ha traído hasta aquí nos ha conducido al borde de un precipicio y es necesario inventar un sendero nuevo que nos permita seguir avanzando sin que nadie se quede atrás.
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