El próximo domingo, día 26, volvemos a las urnas. Una vez más nos toca elegir a quienes nos representarán los próximos cuatro años. Coinciden además las elecciones de las dos instituciones más cercanas y más alejadas, físicamente, del ciudadano. El ayuntamiento y el Parlamento europeo. El hecho de votar no por repetido deja de tener importancia. Quizá el convencernos de que va a dar igual sea uno de los grandes éxitos de quienes quieren que bajemos los brazos y les dejemos hacer. Creo que es muy importante votar y no creo en absoluto que nos dé igual lo que salga. Estoy convencido de que la ciudadanía puede dar un vuelco a la situación y para ello necesita estar en las instituciones. Del mismo modo que los cambios se provocan en la calle, también desde el Ayuntamiento o el Parlamento europeo podemos conseguir que el futuro sea mejor. La situación se cambia cada día, en la calle, con manifestaciones y protestas, pero también con los actos cotidianos que llevamos a cabo. Aun