Estamos acostumbrados a movilizarnos solo a base de grandes gestos, de fechas señaladas o tragedias mediáticas. Nunca un héroe de Marvel lo fue por salvar a un gato o por defender a un enfermo sin derecho a un tratamiento que le salve la vida, siempre tuvo que salvar al mundo de la destrucción a manos de un monstruo mutante o de un villano de talla mundial. Y esos no son los héroes. Para mí hay unas personas que cada día se cuelgan la vitola de heroicidad sin hacer grandes alardes y sin apenas darle importancia, luchando por los demás con pequeños gestos que hacen siempre un doble efecto: trasladan comprensión y humanidad y provocan movilización y solidaridad. Yo tengo la suerte de conocer a uno de estos héroes. Se trata de Miguel Ángel, un jienense que tiene la peregrina y absurda idea de que solidaridad y deporte forman la pareja perfecta. Ya ves, cualquier cosa, querer mover el mundo sin dinero de por medio. Pufff. Y lo mejor de todo es que lo consigue. ¿Qué, cómo te