Intervención como invitado al acto sobre Democracia y Participación Ciudadana, organizado por el Frente Cívico Somos Mayoría de Jaén
Decir a estas alturas que estamos viviendo
una crisis sistémica, (económica, social, ambiental) es algo que no sorprende a
nadie. Si queremos salir de esta crisis de una manera firme y no que nos saquen
para convertirnos en carne de cañón como está pasando, nosotros estamos
convencidos de que hay que hacerlo afrontando todas las vertientes que la
componen, y uno de los resultados de esta crisis y que hay que afrontar con
urgencia es la desconfianza y el desapego de los ciudadanos hacia la política y
los políticos. Pero, no nos engañemos, la política es más importante que nunca.
No confundamos la política con el uso que de ella hacen muchos políticos y
tampoco olvidemos que hay muchísimos políticos que cada día hacen un trabajo
extraordinario luchando por los intereses de los ciudadanos, y que no tienen
nada que ver con lo que hacen los chorizos responsables de los Bárcenas, ERES,
y demás.
Si pensamos que vivimos en una democracia
que permite que haya 6 millones de parados, que permite que miles de personas
sean desalojadas de sus viviendas por unos bancos a los que entre todos les
estamos pagando el coste de sus malas prácticas y los resultados de su ambición
desmedida, en la que los dos principales partidos aceptan modificar la
Constitución para poner por delante los intereses del capital por encima de los
de los ciudadanos, en la que se calcula que ya hay un 10% de la población que
no podrá permitirse este invierno poner la calefacción, en la que se legisla a
base de decretos y recortes en los servicios sociales que no hacen sino ahondar
en la fractura social y poner mucho más difícil la vida de la ya más que
castigada clase trabajadora a la vez que comprobamos cada día que la corrupción
ha sido la norma en la actuación de muchos de nuestros gobernantes…la verdad es
que con todo esto y mucho más que está pasando nos sale una Democracia bastante
patética y raquítica que se acerca al concepto que nos quieren inculcar de que
vivir en democracia es acudir cada cuatro años a votar, cuando es mucho más que
eso.
Creemos que tanto en España como en Europa
hay un objetivo común: reiniciar la democracia propiciando un proceso
constituyente. Sin este proceso no podemos hablar en serio de Democracia.
Vivimos una dictadura financiera de la Troika que está gestionando la crisis en
interés del sector financiero y de los grandes oligopolios.
Éste es sin duda un objetivo que sobrepasa
a un partido político e incluso a una coalición de partidos políticos. Hay que
avanzar hacia ese objetivo trabajando de forma activa y positiva con la
ciudadanía.
La participación de la ciudadanía en la
política y en la toma de decisiones es fundamental. No se concibe crear un
modelo de ciudad o de país; un proyecto de futuro, sin contar con la opinión y
la participación de los que lo van a llevar a cabo y los que van a tener que
vivir en ese modelo. El problema es que nadie quiere participar en algo en lo
que no cree. Nadie se cree ya que la composición del Parlamento responde a lo
que realmente votamos los españoles. Tenemos que conseguir que los ciudadanos
vean que pueden participar y que su opinión cuenta. Hay que conseguir que cada
voto valga lo mismo y que nadie pueda utilizar el sistema en su propio
beneficio y luego marcharse de “rositas”. Es fundamental implementar medidas
que permitan la participación de la ciudadanía: ILP’s, referéndums, listas
abiertas, primarias, democracia 2.0, no pueden ser sólo conceptos sino que
tienen que ser realidades.
Lógicamente, igual que pedimos aumentar las
posibilidades de participación de los ciudadanos en la política a nivel
nacional también lo hacemos a nivel local. No entendemos una ciudad en la que
se gobierna sin consultar a los ciudadanos, en la que las asociaciones y
colectivos se enteran de los proyectos cuando ya están redactados.
Participación ciudadana no es periodo de alegaciones, es mucho más que eso.
Queremos una ciudad abierta y participativa, en la que unos ciudadanos
participando en un pleno no sea una excepción sino la norma. Hace falta que el Ayto. sea la casa de todos y no el
cortijo de nadie. Y por supuesto y no menos importante hay que avanzar en el
respeto a los demás y a su diferente forma de pensar. Participando, colaborando
y debatiendo es posible avanzar y construir, al contrario de lo que pasa ahora
que vivimos en un sistema en el que las legislaturas consisten en desmontar lo
que hubieran hecho los anteriores y trabajar sabiendo que cuando lleguen otros
desmontarán lo que se está haciendo.
Los ciudadanos estamos hartos de que nos
usen como moneda de cambio y acabemos pagando la factura de los enfrentamientos
entre administraciones que es lo que parece que da sentido a la actuación
política de nuestros gobernantes y no responder a las necesidades de los
ciudadanos a los que se deben.
Me gustaría acabar con dos ejemplos de lo
que entienden algunos por participación y lo que entendemos otros. En el pleno
de hoy la Plataforma Por Un PGOU Para La Ciudadanía había pedido tomar la
palabra para intentar obtener respuestas a algunas preguntas planteadas desde
hace tiempo y que el equipo de Gobierno no había tenido a bien contestar, pues
ante esa petición la respuesta es un informe del secretario general del Ayto. en
el que se indica que la posibilidad de tomar la palabra en el pleno está sujeta
a la discrecionalidad del alcalde.
En el otro lado reseñar la experiencia
#CongresoTransparente que ha puesto en marcha por segunda vez el diputado de
Compromis-EQUO en las Cortes en la que el sentido del voto de este diputado se
ha decidido a través de una plataforma web en la que han podido votar todas
aquellas personas que han querido, sean o no militantes o simpatizantes de
EQUO.
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